sábado, 12 de marzo de 2011

Barreras arquitectónicas



La accesibilidad a los lugares cotidianos, como nuestras casas, comercios, restaurantes, bancos y un sin fin de sitios más que podríamos describir. Nos pueden ser más o menos accesibles, gracias a que no tenemos impedimentos ni barreras arquitectónicas y si las hay, tenemos la capacidad de poderlas esquivar.

No es el caso de Isabel, que vino a nuestra agencia con una inquietud para encontrar un piso de alquiler. El gran inconveniente es, que ella depende totalmente de una silla de ruedas mecanizada. Estos días, hemos tenido la ocasión de acompañarla por Sant Feliu de Guíxols, buscando un piso que reuniera las condiciones mínimas de habitabilidad. Ha sido una experiencia decepcionante, de la que, los constructores, podemos aprender muchísimo, dado que nos aferramos a las normativas de la construcción, sin ver más allá de lo que nuestro edificio nos concierne. Hay que reconocer pero, que aunque cada vez son más pensadas para la gente con discapacidad, no llega a ser, ni el comienzo de un gran camino en la adaptación de edificios, locales, transportes, y en general, nuestras ciudades.